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Su primer contacto profesional con el blues fue en la Yancey’s Band como guitarra rítmica. En 1948, viviendo en Osceola, donde formó su primer grupo, In The Groove Boys, se cambió el nombre por el de Albert King y, como otros músicos emigró al norte en busca de fama. Sus primeros pasos en Chicago los recorrió como baterista de Jimmy Reed y, posteriormente, como músico de sesión para diversos artistas como Jackie Wilson, Brook Benton o Earl Hooker, deambulando por distintos estados.

En diciembre de 1953 grabó en Chicago sus primeros cinco temas, editando dos de ellos en un single para elsello Parrot, «Bad Luck blues» y «Be On Your Merry Way», con nula repercusión como resultado. Desencantado volvió a Osceola, donde reflotó su antigua banda y alternaba el trabajo de día con actuaciones nocturnas.

A finales de los años cincuenta se instaló en St. Louis y comenzó a grabar para el sello Bobbin una serie de temas que fueron adquiridos mas tarde por la casa King para conformar el que seria su primer elepé, «The Big Blues». Una de sus canciones, «Don’t Throw Tour Love On Me So Strong», supuso en 1964 su primer éxito en las listas. Tras unos años de andanzas sin mayores consecuencias, su carrera se encauzó cuando ficho por el sello Stax de Memphis, responsable del ascenso de Otis Redding, Rufus Thomas, Booker T. & The M.G.’s y tantos otros. Sus primeras grabaciones obtuvieron un total respaldo del público y canciones como «Laundromat Blues», «Crosscut Saw» y «Oh Pretty Woman», en la que esta acompañado por toda la banda de Booker T., los Bar-Kays, y los Mar-Keys, escalaban por las listas en 1996 y le crea una reputación que se consolidó al año siguiente con el tema y el elepé «Born Under a Bad Sign».

En 1968, instalado en San Francisco, grabó un directo en el prestigioso Fillmore, el disco «Live Wire/Blues Power», considerado como un de los mejores trabajos de su carrera. Lugo vendrían «King Does The King’s Things», un disco para los aficionados al rock, en el que revisa nueve temas del repertorio de Elvis Presley; «Years Go By» (1969) en el que retomó el blues añadiéndole gotas de soul y de funk; «Lovejoy» (1971); «I Play The Blues For You» (1972) y «I Wanna Get Funky» (1972), con la ayuda de Isaac Hayes, para contentar un mercado que se estaba olvidando del blues y comenzando a disfrutar nuevas tendencias.

Cuando el sello Stax se vio envuelto en un juicio por estafa, King fichó para Utopía Récords en 1976 y grabó «Albert», un disco lleno de concesiones comerciales y arreglos excesivamente elaborados. Al año siguiente editó «King Albert», un elepé de música «disco» y en 1978 «New Orleans Heat», producido por Allan Toussanit. Sus directos seguían siendo ejemplares, pero sus discos de estudio intentaban complacer los gustos imperantes y le impedían mostrar todo su poderío. En esa época, dos sellos compraron los derechos de sus grabaciones para rebuscar en los archivos y publicar sus mejores momentos desechados: el sello británico Charley compró Tomato, y el sello californiano Fantasy adquirió Stax. Entre todo el material inédito, se encontraron electrizantes momentos en los que tocaba acompañado de John Lee Hooker o John Mayall.

Tras unos años de tranquilidad, King volvió con «San Francisco 83″ y » I’m In A Phone Booth Baby» (1984), una canción escrita para el por Robert Cray. Retirado en Brooklyn (Illinois), sus actividades se redujeron notablemente y solo se le veía, de vez en cuando, en algún festival o en alguna colaboración esporádica, como la acaecida en 1990, cuando participó junto a Albert Collins en el álbum «Still Got The Blues» de Gary Moore, hasta su regreso discográfico en 1991 con «Red House», un homenaje a Jimmi Hendrix en el que participaron también Joe Walsh (ex Eagles), Bruce Gary ( ex The Knack) y Jim Dickinson. No quedaba tiempo para mucho mas.

Estaba experimentando con diferentes sonidos y preparaba un nuevo disco con material almacenado, cuando el 21 de diciembre de 1992 murió en un hospital de Memphis a causa de un infarto.